Opinión

Al pan, pan, al vino, vino y para lo demás, un oxímoron

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Pensar en oxímoron, como estamos haciendo, es rendirse a la confusión.

No son raros los programas de televisión que consisten en reformar completamente el hogar. De producción estadounidense o canadiense, se ve a felices parejas que acometen ese placer doloroso siempre riendo y siempre bien aconsejadas por dos hermanos gemelos o por un vendedor y una especie de maestra de obras. “Tiraremos esta pared para que haya un espacio diáfano, colocaremos aquí una gran viga clásica moderna y junto a la chimenea crearemos un cómodo espacio de juego para los niños pequeños. Nos llevará siete semanas”. Al telespectador hispano le engancha el asunto, aunque no puede dejar de cuestionarse algunas cosas. Las parejas nunca tienen un broncazo de los que se ven, no ya en una reforma, sino en una tienda de lámparas. Las siete semanas en España serían siete meses. ¿Cómoda zona de juegos junto a la chimenea? Uno imagina a los hijos celebrando la marcha de las antorchas por el salón en plan Ángeles del Infierno.

Sí, la decoración tiene tirón, y los medios lo sabemos. Es un secreto a voces. Titulan los compañeros de ICON Design: Adiós al cristal: la revolución de la madera transparente. ¿Madera transparente? Así lo reclama su creador, pero resulta que utiliza un polímero cuyo resultado es un material “similar a la madera”.

La madera no es transparente, pero el término “madera transparente” no tardará en ser engullido por una sociedad que se traga el oxímoron como si fueran gominolas. Según la RAE, un oxímoron es una “combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido”. Estamos infestados de ellos y eso hace que a menudo nos olvidemos de lo que significan en realidad las palabras. Noticias falsas —si es falso no puede ser noticia—, realidad virtual —si es real no es virtual— o sexo seguro —no es seguro ni con uno mismo— son algunos ejemplos. El favorito de quien escribe es “cerveza sin alcohol”. El problema es que al final llenan de vacío el verdadero significado de una de las palabras. La envidia sana o es admiración o es envidia disimulada, la comida basura no es lo primero y sí lo segundo. Y la discriminación positiva no deja de ser una discriminación. Pensar en oxímoron, como estamos haciendo, es rendirse a la confusión. De hecho, en este texto hay escritos 14. Incluyendo feliz pareja.

 

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